jueves, 27 de diciembre de 2012

Boriska, el niño índigo ruso que dice haber vivido en Marte




La posibilidad de que en el planeta Marte haya vida inteligente, siempre nos ha cautivado. Las películas relativas al “Planeta Rojo” fueron muy comunes en el cine en blanco y negro y también en los comienzos de los filmes a color.
De hecho, el término “marciano” ha sido utilizado como genérico por toda la gente a la hora de referirse a un extraterrestre… ¿Pero qué pensaría usted si le digo que acá en la Tierra vive una persona que, según dice, habitó en el vecino cuerpo celeste? Eso es lo que relata Boris Kipriyanovich (alias “Boriska”), un niño ruso que asegura haber sido un marciano en su vida pasada.
Ya a la edad de 1 año y 5 meses podía leer los titulares de los periódicos y a los 2 pintaba como un alumno avanzado, pues podía diferenciar los colores y sus matices. Cuando fue al jardín infantil, sus cuidadoras quedaron atónitas por sus talentos y particular forma de pensar. El niño posee una memoria excepcional y una increíble capacidad de retener y asimilar nueva información. Sin embargo, sus padres pronto notaron que su hijo había estado adquiriendo información de una manera única, de alguna otra parte.
Una historia increíble
A los 7 años, el chico les narró a sus padres un relato cautivante. Les habló acerca de la civilización marciana, sobre ciudades megalíticas, sus naves espaciales y vuelos hacia los varios planetas incluyendo a la Tierra. Boriska afirmó que era un piloto marciano que le tocaba ir seguido a nuestro mundo por asuntos relativos al comercio entre su nación y el desaparecido continente de Lemuria (que según la leyenda, estuvo en medio del Océano Pacífico). De ese territorio, él asegura conocer bastante, puesto que tenía grandes amigos allí.
En cuanto a Marte, afirma que la altura promedio de su pueblo era de 7 metros. Sin embargo, al contrario de lo que se piensa, en ese planeta no habitó una sola raza, sino que había múltiples de ellas conviviendo. Producto de lo mismo, cada pueblo tenía sus propias naves espaciales, sus propias tecnologías y maneras de pensar. Fue así que gran parte de la población que habitaba en dicho mundo pereció en una gran guerra nuclear que destruyó su atmósfera. Ahora, él asegura, que de todas formas quedaron sobrevivientes que permanecen hoy en día allí, pero en el subsuelo y respiran gas carbónico.
El Secreto de las Pirámides
Boriska declaró firmemente que las personas encontrarán conocimiento bajo una de las pirámides (no la pirámide de Cheops). Todavía no ha sido descubierta.
“La vida cambiará una vez se abra la Esfinge,” dijo él, y agregó que la gran Esfinge tiene un mecanismo de apertura en alguna parte detrás de su oreja (pero no recuerda exactamente dónde).
Estudios a su aura
Boriska atrapó la atención de científicos rusos en el verano del año 2004. Especialistas del Instituto de Magnetismo de la Tierra y ondas de-Radio de la Academia rusa de Ciencias fotografiaron el aura del chico, que resultó ser extraordinariamente fuerte. “Él tiene un espectrograma anaranjado, lo cual dice que él es una persona alegre, de un intelecto poderoso,” dijo el catedrático, Vladislav Lugovenko.
Los científicos modernos de todo el mundo conducen trabajos de investigación, en un intento de develar el misterio de niños fenomenales (índigos). Los resultados arrojaron que las personas que poseen habilidades únicas nacieron en todos los continentes habitados del globo durante los últimos 20 años.
Fuente: contexto.com.ar

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