lunes, 22 de noviembre de 2010

Mitos y realidades en la desinfección de heridas y uso de antisépticos

Cuando abordamos la desinfección de las heridas, nos encontramos muchas veces con dudas sobre qué antiséptico usar y por qué. Existen muchos antisépticos en el mercado y algunos no son adecuados para la desinfección de las heridas de nuestros hijos. Vamos a ver qué tipos de antisépticos existen y cuál es el más indicado para tener en el botiquín de nuestras casas.

En primer lugar, vamos a aclarar unos conceptos relacionados con la cura y desinfección de las heridas.

Definiciones:

– Desinfección y antisepsia: solemos hablar de desinfección, como la destrucción de organismos patógenos en superficies inanimadas (por ejemplo el suelo). Cuando hablamos de la destrucción de patógenos en tejidos vivos nos referiremos a antisepsia. No obstante, comunmente nos referiremos a cualquiera de los dos cuando hablamos de las heridas.
– Antisépticos y desinfectantes: productos químicos que se aplican sobre los tejidos y objetos con la intención de eliminar los microorganismos que nos pueden producir una infección. Esto lo hacen mediante su destrucción o la inhibición de su crecimiento.

Antisépticos de uso frecuente

Estos son los más usados y de los que seguro que todos tenemos en nuestras casas

– Alcoholes: alcohol etílico al 70% y soluciones alcohólicas
– Derivados del yodo: entre ellos está la Povidona Yodada (Betadine)
– Oxidantes: el agua oxigenada
– Biguanidas: Gluconato o Digluconato de Clorhexidina en solución acuosa o alcohólica
– Derivados de metales pesados: Mercurocromo (mercromina), Nitrato de Plata y sulfadiazina argéntica

Ahora vamos a intentar desmitificar algunas de las prácticas más extendidas y que pueden ser inútiles o incluso perjudiciales en la cura de las heridas.

El Alcohol

Habitualmente pensamos que el alcohol es el mejor antiséptico que hay y que cuanta mayor sea su graduación será más eficaz. La realidad es que el alcohol es un buen antiséptico siempre y cuando la piel esté integra. Se usa mucho en la práctica clínica para desinfectar la piel antes de la realización de técnicas invasivas, tales como las inyecciones, cateterismos, etc. La graduación recomendada es de alcohol 70º, ya que necesita estar diluido para actuar. No se recomienda su uso para la desinfección de heridas porque lo que hace es desecar la piel y formar una costra (la postilla de toda la vida), debajo de la cual pueden acumularse bacterias y causar una infección. Además, se inactiva en presencia de sangre y pus y su aplicación puede ser dolorosa.

El Mercurocromo (Mercromina®)

No sé a vosotros, pero a mi de pequeño, herida que me hacía, herida que me untaban de Mercromina. No dolía nada, soplábamos un poquito y teñía las heridas de un rojo chulísimo y así presumíamos el doble. En este caso las heridas se nos curaban solas y no se infectaban sobre todo gracias a nuestro buen sistema inmunitario. Hoy en día diversos estudios han demostrado que el mercurocromo es uno de los peores antisépticos que hay. Es un producto de baja potencia, que se inactiva en presencia de sangre y puede producir dermatitis de contacto. Por si no fuera poco, se pueden absorber y producirnos problemas renales. Aún así, se vende por toneladas en las farmacias.

El Agua Oxigenada

Este es otro de los productos típicos en nuestros botiquines que, cuando éramos pequeños, nos parecía hasta mágico eso de que burbujease al contacto con la sangre. Existen pocas evidencias científicas sobre su utilidad. Su efecto sobre las heridas parece estar más relacionado con el efecto mecánico (burbujeo) y con la oxigenación de los tejidos que evita la proliferación de algunas esporas. El agua oxigenada nos puede ayudar a limpiar las heridas pero después habrá que complementarla con otro antiséptico

La Povidona Yodada al 10% (Betadine®)

Es quizás hoy por hoy el antiséptico más extendido en los hogares. Posee un gran poder bactericida aunque también tiene su parte negativa. Se inactiva en presencia de sangre, exudados y daña el tejido de regeneración que se produce tras una herida, por lo que entorpece la cicatrización. Además se absorbe por la piel, por lo que está desaconsejado su uso en lactantes. Por eso, es preferible usarlo para desinfectar la piel antes de procedimientos clínicos o quirúrgicos y como antiséptico para heridas recientes sin restos de sangre o pus.

La Clorhexidina (Cristalmina®)

Es un antiséptico de amplio espectro (acaba con gran variedad de gérmenes). No es irritante ni se absorbe por la piel y a diferencia de otros antisépticos, no se inactiva en presencia de materia orgánica. Alcanza un efecto máximo en 20 segundos y tiene un efecto residual de 6 horas. Como efectos adversos, no puede ser utilizada en los oídos y debe evitarse el contacto con los ojos. Por todas sus cualidades parece ser uno de los más indicados en la desinfección de heridas, usando sus concentraciones del 0.02 al 2%.

Parece entonces claro que deberíamos abandonar el uso de antisépticos como la Mercromina o el Alcohol cuando curemos heridas a nuestros hijos por la baja efectividad del primero y los efectos desecantes del segundo. Por otro lado, el agua oxigenada puede ser una opción válida siempre que lo asociemos a otro antiséptico. Y por último, nos decantaremos por la Povidona Yodada o la Clorhexidina en función de la edad del niño, de la presencia o no de sangre u otro tipo de resto orgánico en la herida y de la zona a tratar.

Espero haber aclarado un poco las dudas sobre el uso de antisépticos. Puede completar la información con el artículo "Cura de heridas en niños ¿Sabemos qué hacer?".

¿Qué usa usted como antiséptico en heridas? 

Puede ampliar la información en las siguientes páginas:
– Entrada Wikipedia: Antiséptico
– Guía Salvat del uso de Antisépticos
– Tratamiento de las heridas. Antisépticos, cambiando las ideas
– Recomendaciones OMS desinfectantes y antisépticos
– Guía del Centro de control de infecciones y prevención (CDC 2008)

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